Mayka Sánchez Beltrán

En estas fiestas del puente de Todos los Santos, os voy a hablar de una nueva tradición (si así podemos llamarla) que cada vez más la hemos españolizado. Me refiero a Halloween, una costumbre americana que se ha incorporado en nuestro país.

Esta celebración es como una especie de nuestro carnaval, pero con un toque más terrorífico; en el cuál solemos ponernos vestimentas escalofriantes de bruja, zombis, demonio o la típica de niña del exorcista. Además la conmemoración de estas fiestas es algo absurdo debido, a que los pequeños del hogar se dedican a ir a casa de sus vecinos, donde estos les reparten caramelos y chocolatinas. Sin embargo, no solo es una fiesta de niños sino también de mayores, que acuden a fiestas de miedo en las discotecas y pubs de su ciudad.

A pesar de lo insignificante de todo esto, esta festividad es simplemente la consecuencia de que a los españoles nos gusta más una fiesta que ``A un tonto un carro’’. Aunque he de decir que me siento muy orgullosa de nuestro país porque de eso se trata la vida ¿no?, de pasar buenos momentos, reírnos y disfrutar cada momento como si fuera el último.

Desgraciadamente, lo peor es que olvidamos lo importante de nuestras costumbres españolas y cuando pensamos en este puente recordamos más Halloween que nuestra propia tradición, la de añorar a aquellos seres queridos, que ya no están con nosotros. Por ello, hay que seguir apoyando y practicando aquello que nos hace ser ESPAÑOL.